domingo, 10 de junio de 2012

conclusiones..


CONCLUSIONES:
 
La adolescencia es una de las etapas más vulnerables y receptivas ante los medios de comunicación.

La televisión se ha convertido en el medio de comunicación masivo y dominante, ejerce una gran influencia sobre la estructura familiar y en especial en los adolescentes. Debido a esto adoptan diversos estilos de vida y conductas pretendiendo imitar para sentirse “bien”.

Estilos de vida provocados por los medios de comunicación


ESTILOS DE VIDA QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN HAN PROVOCADO.

Dentro de los grupos más expuestos figuran los niños y los adolescentes porque su edad no les permite distinguir las intenciones de los mayores.

Aunque el adolescente ha pasado ya la etapa de la infancia, donde la falta de criterio al seleccionar la oferta televisiva ocasiona los mayores problemas debido a que el niño aprende por imitación, no deja de ser vulnerable a los mensajes de la televisión, porque se encuentre aun en una etapa de crecimiento.

El adolescente ya distingue la realidad de la fantasía pero aún no tiene un criterio sólido y una posición personal frente a las cosas que lo hace fácilmente influenciable. Por esta razón asume nuevas actitudes y comportamientos, buscando siempre una imagen de sí mismo que se ajuste más a su idea del comportamiento de los adultos.

Es aquí donde la televisión puede influir, presentando una falsa vida de los adultos, con fuertes dosis de violencia, de amores imposibles, buenos y malos, justicias e injusticias, ambición, barreras de clases sociales, intrigas, venganzas, infidelidades, mentiras, etc. Pero con muy poco amor auténtico, responsabilidad y madurez. Como ejemplo tenemos las películas de acción, las dramatizaciones o ciertas mini series que tratan temas con demasiada crudeza, denuncian ciertas desviaciones de la conducta humana o cuestionan circunstancias o situaciones particulares de la sociedad o de la cultura que percibe el televidente adulto sin ser afectado pero que pueden desorientar al joven porque las situaciones para ellos no son claras.

Lo que no entiende el adolescente es que el mundo no está conformado por dos bandos, el de los buenos y el de los malos, si no por seres humanos cuyas acciones son más complejas que los que se presenta en la pantalla.
El hombre es un ser racional, dotado de la libertas para decidir y, por lo mismo, no está libre de equivocaciones, porque nadie es eternamente bueno o malo. Por lo tanto, la visión simplista podría ser reemplazada por otra en la cual los personajes aparezcan más humanos, más reales en situaciones más próximas a las de cada día.

El afán de realismo puede confundir la conciencia de los jóvenes, si no existe una buena orientación al respecto es por eso la importancia del control de los horarios de emisión de la televisión, tanto por parte de las televisoras como por parte de los padres, los cuales no se encuentran exentos de los peligros a los que están expuestos sus hijos todos los días.

Esta confusión puede manifestarse en la pérdida de la sensibilidad. Un adolescente acostumbrado a ver escenas de violencia, entre las que se encuentran no sólo series policíacas o de acción sino también ciertos dibujos animados, no tendrá la misma sensibilidad ante un acto violento real como uno que ha visto dichas escenas. Y no sólo eso, también pierde el gusto por lo que no es violento.

Por lo tanto, el área más afectada por la televisión es la conciencia, pues la caja mágica intenta promover la compra y venta de algún producto mediante la explotación del sexo y el placer.

La transmisión de valores es uno de los aspectos más importantes en la vida de una persona. Aunque los valores se inculcan ante todo en el núcleo familiar, el adolescente los aprende en todo lugar o ambiente donde emplee su tiempo. También espera encontrarlos en la televisión por ser el que más fuerza e impacto tiene sobre las personas.

Para el adolescente la difusión por televisión de ídolos reales como Maradona y Britney Spears lo hace caer fácilmente en lo ordinario, vulgar y lo lleva a defender conductas desvergonzadas. Y se crean hábitos más “modernos” e “informales”.

El problema está en la forma como la televisión presenta los valores al adolescente. Los ejemplos y modelos a seguir (mujeres semidesnudas, la utilización de vocabulario no adecuado, la presencia de jóvenes que escapan de la escuela para irse a divertir, entre otros) son en la mayoría de los casos nocivos para una mente y espíritu en desarrollo.

Las actitudes, las opiniones o comportamientos que se transmiten por televisión no siempre ayudan a dignificar a la persona, sino que la ridiculiza, degradan o someten, entonces se habla de difusión de antivalores.

Y cuando la televisión transmite valores rescatables estos sufren frecuentes maltratos al ser presentados por héroes que generalmente son individuos rudos y violentos como en el caso de Rambo o Rocky. Entonces se confunde la bondad con la impotencia. Casi nunca se ve el heroísmo que la bondad implica.

Y aunque muchos dicen que la televisión transmite siempre lo que el público les pide, las diversas protestas demuestran lo contrario, que la televisión no emite habitualmente lo que el público quisiera ver.

La televisión no busca dar una lección de buenas costumbres de moral, y se olvida que los adolescentes necesitan principios fundamentales de honestidad, veracidad y rectitud de conciencia. Al hacer esto la conciencia no va dirigida hacia los buenos hábitos, hacia los valores humanos, o hacia el desarrollo cultural o intelectual; sino que ocasiona una grave distorsión de valores, que al darse en forma masiva altera notablemente el equilibrio de una sociedad.

Los medios de comunicación, si bien no tienen todo el poder para cambiar al mundo, sí lo poseen para influir en el estilo de vida. Y los adolescentes, en ese
sentido son la mejor fuente donde los medios de comunicación pueden beber para mejor vender.
En varios países –y ya existen casos en Cuba- la anorexia y la bulimia están causando estragos, especialmente, entre las muchachas. Todas quieren lucir bellas, con la misma silueta de la modelo de moda con la cual se identifican, y sucede que la mayoría de estas adolescentes todavía no han terminado de desarrollar su cuerpo, o simplemente, poseen una contextura física absolutamente distinta, la cual nunca llegará a ser como la de la modelo de turno.
Otro modo de influir lo hace también una publicidad de cigarros que siempre muestra a jóvenes sanos, esbeltos y bellos, y por más que en las etiquetas se coloque cuán nocivo es fumar, los jóvenes consumen cigarros de la marca que sea o que mejor se venda.
Ahora bien, si en Cuba existen publicidades contra el alcohol, ¿por qué es frecuente ver a adolescentes bebiendo, a cualquier hora del día? Es una pregunta para reflexionar acerca de si los adolescentes se sienten identificados con esas campañas o éstas poseen cierto grado de distanciamiento respecto de la adolescencia.

Mensajes Subliminales


INVESTIGAR QUE SON MENSAJES  SUBLIMINALES
Un mensaje subliminal es un mensaje o señal diseñada para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción.
Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aun así, percibida inconscientemente. Cabe destacar que un consenso casi total entre psicólogos e investigadores llegó a la conclusión de que los mensajes subliminales no producen un efecto poderoso ni duradero en el comportamiento.
En la vida cotidiana, a menudo se afirma (sin evidencia alguna) que se emplean técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda.

Se considera publicidad subliminal la que presenta al consumidor un producto o servicio de manera que no es conscientemente percibida y lo lleva a su uso o consumo en ignorancia de las razones auténticas. Vamos, que te inducen a comprar un producto sin que tú te enteres. Te crean una obsesión o necesidad por consumir algo que sólo se puede satisfacer comprando ese ‘algo’.

Función de los patrocinadores


1.     DAR A CONOCER LA FUNCIÓN DE LOS PATROCINADORES.
La publicidad es una forma de comunicación para persuadir a un público (los espectadores, lectores u oyentes) para tomar alguna acción con respecto a los productos, ideas o servicios. Por lo general, el resultado deseado es el comportamiento unidad de consumo con respecto a una oferta comercial, a pesar de la propaganda política e ideológica es también común. Los mensajes publicitarios son generalmente pagados por los patrocinadores y vistos a través de diversos medios de comunicación, incluyendo medios de comunicación tradicionales como periódicos, revistas, televisión, radio, correo directo o al aire libre, o los nuevos medios como los sitios web y mensajes de texto.
El patrocinio es el convenio entre una empresa u organización, denominada patrocinador, y otra organización, denominada patrocinado, a fin de que éste presente la marca o el producto que desea promover la empresa patrocinadora. El patrocinador suele buscar un mayor conocimiento de su marca o producto o bien un posicionamiento concreto de los mismos. Por su parte, el patrocinado recibe de la firma patrocinadora una contraprestación, normalmente monetaria o económica, si bien también puede ser una contraprestación en especie. Este tipo de patrocinio es notorio en deportes y televisión. Muchas compañías quieren a cambio que su logotipo aparezca en el uniforme del equipo.
 El patrocinio, tiene por objetivo el incremento a corto plazo de la notoriedad de la empresa y/o de sus productos, está generalmente bajo la tutela del departamento de publicidad.
Una vez reconocida la influencia de la publicidad en los televidentes y en el consumo, se han desarrollado investigaciones acerca del efecto que esta produce en determinados sectores de la población.

PUBLICIDAD: Es un recurso de la mercadotecnia que consiste en anunciar un producto o idea, dirigidos a un público en específico. Tiene un costo y, para sus fines, utiliza diversos medios de comunicación.

Requiere:
- Patrocinadores que cubran los gastos de la producción del anuncio.
- Un público especifico al cual se dirija.
- Un objetivo por cumplir.